28 de junio 2017-. Buenas tardes señoras y señores diputados y público que nos acompaña. Hoy hemos sido llamados a discutir aquí las diversas iniciativas relacionadas con un importante asunto: El combate a la Corrupción. Vergonzosamente podemos decir que la corrupción es un concepto absolutamente asociado a la vida pública de nuestro país, y particularmente a nuestro querido Coahuila, que en la última década es centro de señalamientos y burlas, nacionales e internacionales, motivo de lo acontecido y no perseguido, mucho menos sancionado por las instancias de gobierno: La MegaDeuda. Ante tal escenario, las y los diputados a quienes nos corresponde el importante reto de construir legalmente el Sistema Estatal Anticorrupción, debemos estar a la altura de lo que la sociedad espera de nosotros: Justicia. Efectivamente, el pasado 18 de julio de 2016 fue aprobado el Sistema Nacional y en él se establecen diversos lineamientos de carácter general, que son de aplicación obligada para los legisladores locales pero que no pueden, ni deben, limitar la creatividad, capacidad y mucho menos el compromiso de nosotros para distinguirnos, ahora que podemos, aprobando una reforma que permita reconstruir la credibilidad de las instituciones que tienen la enorme responsabilidad de fiscalizar, sancionar y penalizar los actos de corrupción de los que estamos cansados en Coahuila. Hoy existe un claro repudio de los ciudadanos al sistema de gobierno. En las pasadas elecciones, del total de votantes el 60% votó en contra de los candidatos del partido oficial , sí, ese que hoy por última vez tiene mayoría en este Congreso, sí, ese que ha regalado magistraturas a quienes dejaron libre al único funcionario “capturado” por la MegaDeuda, sí, ese que aquí mismo legalizó 36 mil milllones de pesos de onda deuda ilegal, sí, esa misma que se niega hoy a abrir la puerta a nuevas formas de hacer gobierno. Compañeras diputadas y diputados, no cerremos los ojos a la realidad, abramos la mente a nuevas oportunidades. Es relevante, si lo que se quiere es reducir ese descontento popular hacia “el gobierno”, INCLUIR, de verdad incluir la participación ciudadana en los procesos de designación de los funcionarios a cuyo cargo estará la implementación del sistema. No seamos obstinados, donde quedó ese ánimo vanguardista que tanto se presume? Para que un sistema anticorrupción pueda funcionar requiere de actores legítimos. No podemos continuar con personajes como el Auditor Superior señalado fuertemente por su complicidad con el gobierno. Necesitamos que el Fiscal Anticorrupción, los Magistrados del Tribunal de Justicia Administrativa y el Auditor Superior, no deben tener padrinos, deben responder única y exclusivamente a los coahuilenses y al interés superior que es el respeto a los principios de la función pública: honradez, independencia, eficacia. Y cómo lograr eso? Cómo romper con los esquemas oxidados que hasta el día de hoy aplicamos? Pues justamente haciendo las cosas diferentes. Desde el mes de septiembre de 2016 presenté una iniciativa para reformar la constitución a fin de crear el sistema estatal anticorrupción, hubo antes y después otras propuestas de ustedes legisladores relacionadas con este tema, desde entonces se pudo haber iniciado el diálogo con las organizaciones civiles, pero no, tuvimos que esperar a que llegara la iniciativa del Gobierno para empezar el análisis. Esto es lo que está provocando hoy el choque de posiciones. Esto es lo que impide considerar a esta reforma completa. Y esto es hoy lo que justifica que aún cuando nosotros los panistas somos promotores del combate a la corrupción, votemos en contra de un sistema que se niega a reconocer la realidad que vivimos. Hoy la sociedad ha cambiado. Un reporte del IMCO revela que el 83% de los mexicanos considera que los diputados somos corruptos. Despertemos, no queramos solo incluir en discursos un falso nacionalismo, invocar una suficiente reforma a base de mínimos. Todos sabemos que el 90% de los nombramientos aprobados por la mayoría de este Congreso no fueron ni siquiera socializados con los diputados de la oposición, mucho menos producto de un proceso de selección público y transparente. En nosotros está dejar claro ante los mismos mexicanos que cada uno de nosotros “comprende” la trascendencia de nuestra función; y también tengamos claro, la función tiene término, la dignidad es para toda la vida.

Lariza Montiel Luis
Palacio Legislativo
Congreso del Estado de Coahuila.

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